Los cristales están sucios

Tengo que limpiar los cristales. Tienen gotas negras, aplastadas, contaminadas. Me quitan la transparencia. Me hacen de filtro involuntario. Aunque no es cierto. No son ningún filtro ni me quitan la transparencia de nada. No. No debería confundirme así, andar soñando y hablando en estos términos. No es por ver mejor los edificios, las antenas o las nubes moverse. No. Es porque ahí se detienen mi ojos. En las manchas. Las manchas me molestan porque están donde no tienen que estar. Me lo dijo una señora vieja enfadada una vez, "dejas manchas donde no tienen que estar". Debería dejar las manchas donde están. Como terapia, para olvidar a la señora vieja afeitada y llena de alajos. Pero no puedo. Cada vez que levanto la vista del escritorio, están las manchas en el cristal. Veo los edificios manchados, las nubes manchadas, las antenas parecen una mancha alargada más entre las manchas. Quizá no las limpie, quizá tenga que estar incómoda frente al enorme ventanal ahora a mí dado. Pero creo que las voy a limpiar. Sin duda las limpiaré lo antes que pueda. Al fin y al cabo, no tengo que hacer nada para que vuelvan a ensuciarse por sí solos.